viernes, 18 de abril de 2008

MAS SOBRE DISEÑANDO LA LIBERTAD

REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACIÒN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÒN RODRIGUEZ
DECANATO DE POSTGRADO
MAESTRIA EN EDUCACIÒN ROBINSONIANA
NÙCEO PALO VERDE
CURSO: LA CIBERNETICA EN LA REGULACIÒN DE LAS ORGANIZACIONES COMPLEJAS
FACILITADOR: DR. LUIGI MARI NOLFI





LECTURA DE STAFFORD BEER

DISEÑANDO LA LIBERTAD

INTEGRANTES GRUPO NO ASISTIDO Nº 7

ISMAEL N. ARELLANO REYES C.I. 6.553.340

JORGE F. MOLINA BRACHO C.I. 5.967.259

CARACAS, 14-04-2008


Conceptos importantes:

Cibernética: es la ciencia que estudia los principios abstractos de la organización en los sistemas complejos. No se interesa tanto en qué constituye a los sistemas sino en cómo funcionan. La cibernética se enfoca en cómo los sistemas usan la información, los modelos y el control de las acciones para conducirse hacia sus metas, y mantenerlas, mientras actúan en contra de diversas perturbaciones. Siendo inherentemente transdisciplinario, el razonamiento cibernético puede ser aplicado para entender, modelar y diseñar sistemas de cualquier tipo: físico, tecnológico, biológico, ecológico, psicológico, social, o cualquier combinación de estos. La cibernética de segundo orden, estudia en particular el rol del observador (humano) en la construcción de modelos de sistemas y otros observadores" (Herrera Ruiz, 1997).

Principio de Recursión Organizacional (Retroacción): Los elementos de un sistema interactúan consigo mismos y entre ellos mismos produciendo una singularidad del sistema. Esta singularidad interactúa nuevamente sobre los elementos, potencializando transformaciones sobre el sistema y eventuales restricciones sobre los elementos (Humberto Maturana presenta una idea similar en el sistema autopoyético). Este principio denota una de las características de los sistemas autoorganizados (Morin, 1995) y en este contexto sirve de base para la autoorganización del conocimiento.

Amenaza real a lo que estimamos más valioso:

En esta conferencia el autor pone de manifiesto la existencia de una presión del consumo, enmarcada en las exigencias de la vida diaria sobre la cual se planifica la economía, para lo cual el hombre crea instituciones de diversas índole para dirigir este aspecto, convirtiéndose en mecanismos del aparato social que parecen amenazar en vez de proteger al hombre. En tal sentido, el hombre ha perdido su capacidad para desafiar las situaciones a las cuales se enfrentaba, ahora por decirlo de alguna manera es victima de las instituciones que el mismo creó, un aparataje social el cual es cuestionado actualmente, debido a la multiplicidad de factores adversos que conspiran contra ese mismo hombre, dividiéndolos entre los que más poseen y los que menos poseen.

Las instituciones creadas (escuelas, empresas, ciudades, países, entre otros) no pueden considerarse solamente entidades, sino por el contrario sistemas dinámicos organizados que sobreviven ante un conflicto implícito en ellos conducentes a una fase de inestabilidad que según el autor poseen las actuales instituciones sociales, caracterizadas por su burocracia e imprecisión en sus respuestas, lo cual las lleva a su propia destrucción a pesar de que son dignas de sobrevivir ya que tienen la propiedad de adaptarse a los cambios, es allí donde se introduce un reforzamiento institucional de carácter conservador para hacer frente a dichos cambios. A partir de este punto Beer expresa su desacuerdo al descartar esta forma de actuar donde una gran mayoría insiste en pensar que se está actuando bien debido a considerar a esa sociedad como lo más valioso. Pero esa sociedad no es estática, sino dinámica, con una serie de conflictos implícitos que la hacen inestable. Para acabar con esta estática, hay que cambiar el paradigma, estudiando la estructura de los sistemas dinámicos y las condiciones que deben tener para su estabilidad y adaptabilidad. Por ello hay que tomar en consideración el factor humano dentro de las instituciones, con sus tareas y productividad. Si ese factor humano realiza sus tareas adecuadamente se tenderá a lograr la estabilidad de ese sistema, por el contrario se puede presentar una inestabilidad.

Hay que tomar en cuenta que ese sistema tiene diversos estados posibles, donde no se puede medir solo la productividad aisladamente, sino que existen una serie de configuraciones que la organización puede asumir por sí misma, ese número de configuraciones de conductas posibles que se observan en un sistema permite determinar su complejidad, allí existen un número de estados posibles denominados variables. También hay que tomar en consideración a los agentes externos que pueden actuar en ese sistema. Es decir, existen variables, agentes externos y tiempo de reacción limitado. Pero los sistemas para lograr su estabilidad y supervivencia recurren a la reducción de variables como mecanismo, pero allí puede observarse un estado de anarquía que busca aumentar la eficacia, la cual subordina la libertad. Otra medida es introducir la consabida rigidez y normas imperativas y la otra es eliminar por completo la variable que está afectando. Un punto importante a considerar es que la estabilidad de las instituciones dependerá de la complejidad del proceso para recobrar su equilibrio después de cada perturbación, es decir su tiempo de reacción. En otrora las instituciones recurrían a la reducción de variables, pero las mismas han ido en crecimiento desmedido, aumentando las perturbaciones ocasionadas a los sistemas, por lo cual su tiempo de reacción no puede cubrir la demanda de las variables intervinientes, ocasionando desequilibrio o inestabilidad con lo cual no puede lograrse un proceso de adaptación. Es por ello que deben replantearse la forma en que se manejan las variables, partiendo de que estamos en sistemas dinámicos y no estáticos como en el pasado, en virtud de ello deben implementarse estrategias cónsonas con el tipo de sistema al cual va dirigido. Es importante acotar que cuanto mayor sea la organización, más largo será el tiempo de reacción para lograr su estabilidad y si esta se retroalimenta constantemente se puede generar una catástrofe.

Instrumentos subestimados por el hombre moderno:

La cultura tarda muchísimo en aprender, el hombre se resiste a cambiar la imagen del mundo que su cultura le proyecta, negando la existencia de leyes que puedan regir las instituciones que ha creado, es por ello que al negar y mucho menos seguir las leyes de la organización eficiente es donde se presentan las grandes fallas, utilizando erróneamente las computadoras, las telecomunicaciones y las técnicas de la cibernética. Al dirigir las instituciones se subutilizan los instrumentos con los cuales se cuenta, pues se desconoce su verdadera utilidad. Estas pudieran servir para planificar de nuevo las instituciones, darles un nuevo giro de manera que funcionen diferente a como lo han venido haciendo. No se debe partir de la conformidad mental instaurada culturalmente. Recordemos que las instituciones son sistemas dinámicos y que necesitamos abarcar la medida de su variable o número de posibles estados del sistema, esto permitirá su regulación la cual parte de la absorción de su variable por otra variable, pues cuando las variables están desajustadas se amerita reestructurar las organizaciones para hacer frente a ello.

Muchas veces se culpa a las computadoras, creyendo que amenazan la libertad e individualidad, negando que es en realidad su única esperanza. Sin un modelo de sistema no se puede utilizar un regulador. También se menciona la Ley de Ashby donde únicamente la variable puede absorber otra variable, es decir atenuando la variable producida por el sistema y la otra ampliar la variable del regulador. Por ejemplo en una tienda, al público debe concebírsele como si fuera un sistema, un modelo contenido en una computadora. El público proporciona información mínima que la computadora sintetiza en el modelo. Esto amplía la variable en la medida necesaria para atender al público y atenúa la variable para aliviar al director satisfaciendo así las exigencias de la ley de la variable requerida por ambos. Existe un principio cibernético de que ningún regulador puede funcionar, sino existe un modelo predeterminado que se haya establecido previamente, pues los fallos institucionales son debido a los inadecuados modelos que adoptan. Adicionalmente, pueden existir intereses privados que crean sistemas sin que nadie tenga conocimiento de su existencia, lo cual no debería ocurrir en los sistemas democráticos ya que los mismos deben partir de un adecuado control jurídico de su legalidad.

Prototipo de la maquinaria para la libertad:

El autor expresa que la mayoría de las instituciones actúan dentro del ámbito nación o estado, o están subordinadas a la actuación de las grandes potencias. En este caso el gobierno se compara con una tienda al reducir la variable por medio de departamentos, necesitando estar al tanto sobre la marcha de sus asuntos. En el caso de los gobiernos la variable se controla por medio de diversas estrategias entre las que se encuentran el que el gobierno confecciona los diferentes modelos del país, no obstante, deben rectificarse los patrones de los cuales se originan los modelos a fin de adecuarlos al momento actual. Esto debido a que esos departamentos tienen larga data y están ajustados al contexto de donde surgieron, pero el gobierno es refractario a los cambios y mantiene viejos métodos para resolver sus problemas. Otra estrategia es crear un modelo para que cada departamento fije las tareas que le competen, en términos de economía, para lo cual se necesita observar continuamente las tendencias de la época, es decir, hallar la medida del cambio para ponderar las interacciones de los sistemas dinámicos.

Un aspecto a resaltar como tercer factor es que cuando los datos que han sido generados por los modelos de baja variable no se ajustan a la realidad, estos se van acumulando. El cuarto factor es la demora en la información que recibe el gobierno, esta demora se debe a los métodos de recogida de datos y la atenuación de la variable que esto comporta. Esto puede observarse en la elaboración del presupuesto, supuestamente ajustado al momento actual, pero que definitivamente depende de las estadísticas, que muchas veces demoran en llegar y cuando lo hacen ese presupuesto ya no cubre las necesidades iniciales que contemplaba. Por lo cual las decisiones que se tomen muchas veces no se corresponden con lo que está sucediendo realmente. En el pasado las instituciones atenuaban sus variables por medio de métodos rudimentarios, ahora cuentan con tecnología que sigue procesando la misma información, con lo cual se infravalora su utilización y los beneficios que brinda, utilizándose de manera errónea ya que no procesa la variable originada por los sistemas dinámicos sino de los modelos deficientes surgidos en otro contexto. Es por ello que se debe utilizar la computadora de forma adecuada en lo que concierne al control de la variable, filtrando lo que resulte importante y desechando lo no considerado así, por lo que hay que establecer un patrón o modelo que sirva de guía. Para esto no se amerita la inversión de grandes equipos o maquinarias, sino unificación de criterios en cuanto al modelo a seguir. También puede recurrirse a la simulación electrónica para que los gobiernos realicen sus proyecciones sin someter al proceso de ensayo y error a la nación. Se deben utilizar modelos recursivos (es decir un programa organizado de tal forma que pueda llamarse a sí mismo, o sea pedir su propia ejecución en el curso de su desarrollo).

Es posible proyectar las instituciones de un gobierno de acuerdo con los principios y prácticas de la cibernética. Los sistemas diferentes se adaptan al mismo modelo, eliminando la variable que no requieran. Siguiendo a Sherry Turkle (1997: 41), cuando expresa "construimos nuestras tecnologías y nuestras tecnologías nos construyen a nosotros en nuestros tiempos. Nuestros tiempos nos hacen, nosotros hacemos nuestras máquinas, nuestras máquinas hacen nuestros tiempos. Nos convertimos en los objetos que miramos pasivamente, pero ellos se convierten en lo que nosotros hacemos de ellos".

La ciencia al servicio del hombre:

La ciencia ha sido presentada al hombre de manera errónea al exaltarla como promotora de la eficiencia, es utilizada para fomentar la sociedad de consumo la cual es la fuerza más alienante del mundo. El autor pone de manifiesto el que se haya utilizado la ciencia como algo que está al servicio del hombre, cuando en realidad destruye su dimensión humana y su alegría de vivir. Se ameritan sistemas nuevos para prevenir la catástrofe social, debe concebirse la ciencia de manera distinta, así como quitarle el control a quienes la utilizan para financiar su desenvolvimiento, otorgando este control al pueblo, para escapar de la tecnocracia a través de un verdadero sistema democrático que permita crear una sociedad libre, toda vez que los gastos que esto genere ya se están sufragando entre todos, lo que sucede es que el ciudadano ha perdido el control de los proyectos que el gobierno emplea para su beneficio.

La utilización actual de la ciencia es opresiva y alienante, el debe ser es lograr a través de ella la liberación. Pues en la actualidad, específicamente en el ámbito educativo la computadora puede utilizarse como un verdadero liberador, sin embargo, actualmente opera sobre la base de sencillos programas que condicionan al alumno a proporcionar respuestas adecuadas en una serie de cuestiones triviales. La cibernética, en este caso puede conferir la potestad de decidir, con lo cual puede restaurarse la libre elección del pueblo, esto debido a que ese pueblo pudiera ser victima de aquellos que con fines políticos utilice el poder de la ciencia con fines tecnocráticos, para paliar este peligro está la educación y los medios de comunicación, el pueblo debe tomar a su cargo el control de la ciencia por medio de usos democráticos. La tecnología no es deshumanizadora, es el uso que hace de ella. Al respecto, M.McLuhan, (1967) señala “Todos los medios nos vapulean minuciosamente. Son tan penetrantes en sus consecuencias personales, políticas, económicas, estéticas, psicológicas, morales, éticas y sociales, que no deja parte alguna de nuestra persona intacta, inalterada, sin modificar. El medio es el masaje”.

Un futuro que podemos exigir ahora:

El autor destaca la lucha incesante entre la independencia y la dependencia, entre la centralización y descentralización, el delimitar la autonomía, esta discrepancia o dicotomía conduce a oscilaciones exacerbadas en la búsqueda de estabilizar el sistema, por esta razón urge un cambio fundamental en la forma de organización, pero históricamente existe una resistencia al cambio, pero no del hombre sino de sus instituciones. Esto se evidencia en que la errónea utilización de la ciencia y la tecnología se debe a que el poder permanece en manos de quienes siempre ha estado y el hombre no se atreve a levantar su voz de protesta, requiriéndose un consenso y una exigencia colectiva que conduzca a un sistema homeostático capaz de enfrentar la irrupción de variables inesperadas, dentro de las instituciones permanece un núcleo de manera oculta que tiene un componente homeostático, el cual funciona a su favor, existe el ejemplo de la burocracia, asimilando el reto de los cambios de una forma falsa, realizando cambios superficiales, garantizando que su sistema quede intacto, perpetuándose y produciéndose a sí misma en función de la burocracia reinante. De esto se deriva la enorme importancia de concienciar al colectivo, existiendo delegación de poder y participación de la ciudadanía, así como la posibilidad de rediseñar el modelo imperante donde las instituciones cambien y sus fundamentos sean transformados. Dos grandes barreras impiden el progreso (la burocracia cibernéticamente organizada y la disponibilidad de dinero) todo conspira contra la libertad del hombre.

La libertad del hombre en un mundo cibernético:

Existe la necesidad de trazar un proyecto que conduzca a la plena libertad. Las instituciones tienen el gran problema de ser incapaces de responder a tiempo, aprender a tiempo, adaptarse y evolucionar. En tal sentido, la comunidad debe implantar un nuevo modelo regulador en el corazón del sistema viable en el cual participa y en todos sus niveles de recursión, para lo cual se amerita una eficiencia científica donde se diseñe un modelo regulador que proporcione la variable requerida que encierra la palabra libertad. Hasta ahora la ciencia ha sido utilizada como instrumento de poder donde las fuerzas económicas lo concentran y mantiene su imagen elitista. Como no queremos que el poder nos manipule, debemos tomar las riendas en cuanto a la ciencia, pues estamos sumergidos en un sistema caracterizado por su ineficacia, por esta razón hay que buscar los medios para lograr la eficiencia y ponerla al servicio del pueblo.

El hombre se encuentra atrapado por la manera en que la sociedad lo utiliza, la planificación debe ser continúa y adaptable para no basar las decisiones en predicciones. Esto debido a que nuestra libertad personal no es una libertad absoluta ya que esta mediatizada por las limitaciones de nuestro propio cerebro. La televisión se encarga de transmitir escenas o situaciones que adquieren un carácter irreal, existe la urgente necesidad de utilizar la ciencia para remodelar las instituciones, pues los medios nos ofrecen un imperialismo óptico, un falso progreso. Aquí los sistemas computarizados son utilizados para espiar la vida de los ciudadanos, la utilización de la ciencia para fines opresores o la tecnocracia, poniendo en riesgo nuestra libertad. La ciencia a menudo hace uso de la experimentación, sin permiso de nadie, por lo que se requiere precaución para lograr los avances sociales y comprobar continuamente su curso. Dentro de estas perspectivas, el autor está a favor de las iniciativas populares como forma de liberación, remodelando el sistema para lograr la libertad. Un sistema humano, un sistema social, no es un sistema en equilibrio. Por el contrario, constantemente se producen perturbaciones, desviaciones que fuerzan a una constante reorganización y ajuste. En este sentido, el orden y el desorden "cooperan" para la organización del sistema. El desorden es necesario para la producción del orden. Esta relación dialéctica forma parte de la complejidad de los sistemas.

Postura critica

Consideramos muy interesante el aporte del autor pues pone de manifiesto elementos interesantes para ser analizados a la luz de nuestra sociedad, de nuestros sistemas, de nuestras instituciones. Si bien es cierto, las instituciones creadas por nosotros mismos (escuelas, empresas, ciudades, países, entre otros) no pueden considerarse solamente entidades, sino por el contrario sistemas dinámicos, también es cierto que en el dinamismo intrínseco que poseen se evidencia un acentuado matiz de los sistemas utilizados en el pasado, con sus mismas fallas, ineficacia y burocratismo. Yo considero que los sistemas actuales perdieron su brújula, no terminan de conseguir su camino y en esa lucha incesante se enfrentan con múltiples variables que los condicionan y los inestabilizan. Es difícil hacerles entender a los que dirigen esos sistemas, que equivocaron su rumbo, pues existen muchos intereses particulares en preservar las estructuras y no permitir cambios, y lo más grave en estar convencidos de que sus pasos y caminos son los más idóneos. En otro orden de ideas, al igual que Beer considero que la tecnología está subutilizada, pues la información que se maneja a través de ella está previamente diseñada para moldear al ser humano a su antojo, por lo cual la educación no puede acabar con el tecnocratismo reinante, pues es esa misma educación la que impulsa a sus educandos a utilizar la tecnología sin una postura reflexiva y analítica, sino por el contrario absorbiendo dicha información de manera pasiva y conformista.

¿Cómo lograr un cambio? Si los docentes en un alto porcentaje condicionan al alumno al uso de las tecnologías sin que ellos (los docentes) conozcan o dominen el uso de la tecnología, pues muestran temor ante ella, así como la gran mayoría de ciudadanos. Si partimos de que la cibernética es la ciencia que estudia los principios abstractos de la organización en los sistemas complejos, no interesándose tanto en qué constituye a los sistemas sino en cómo funcionan, tendría que acotar que esta ciencia tiene todavía mucho por hacer en nuestra sociedad para intentar que los sistemas usen adecuadamente la información, los modelos y el control de las acciones para conducirse hacia sus metas y mantenerlas, mientras actúan en contra de diversas perturbaciones. Otro aspecto a resaltar es la existencia actual del burocratismo dentro de nuestros sistemas, creo que no existe un antídoto a tan terrible mal que cada día se acrecienta más a pesar de que los medios de comunicación muestren una marcada distorsión de esta realidad al hacer creer su erradicación. Al respecto muchos dirigentes se interesan en mantener el burocratismo como pilar de las instituciones y como elemento conservador de los intereses particulares quienes se mantienen rígidos ante los cambios para mantener su dominio y control.

Estoy de acuerdo con que Beer pretenda sabiamente diseñar la libertad, pero ¿Será eso posible? ¿Somos libres? Verdaderamente no lo creo, pues se nos ha educado para aceptar pasivamente las iniciativas y decisiones de los gobernantes de turno, solo unos pocos, levantan su voz de protesta, la cual es opacada o sombreada por la actitud mayoritaria. También Beer expresa estar a favor de las iniciativas populares como forma de liberación, ¿Es esto posible? Podría ser una forma de liberación, pero el burocratismo reinante se convierte en la antítesis del protagonismo ciudadano en los asuntos públicos. Existiendo barreras que obstaculizan la transformación cultural requerida, tales como: el escepticismo y la apatía del ciudadano común, pues existe mucha desconfianza en sus instituciones, el vencer la cultura clientelar y el otorgamiento de favores a través de mediaciones políticas, por lo cual hay que luchar para construir una nueva cultura que genere la convicción de que es a través de la organización y participación del pueblo se puede edificar una sociedad libre, justa y de iguales. A mi parecer no somos libres, somos victimas de lo que creamos (sistemas y tecnología), es difícil escapar de esta realidad, cambiar las estructuras, dominar las variables, lograr la estabilidad de los sistemas, y sobre todo cambiar la conciencia y deslastrarnos de lo que culturalmente hemos vividos y a lo cual pasivamente nos hemos adaptado. Por todo esto sí se puede DISEÑAR la libertad, pero no IMPLEMENTAR ESA LIBERTAD, pues sería mentirnos a nosotros.

Pensamiento del autor con el tema Doctoral seleccionado

Al analizar el pensamiento de Stafford Beer con el tema doctoral titulado “Protagonismo Social de las Comunidades Organizadas a través de la Contraloría Social en materia de Inversión en los Servicios Públicos en el contexto Venezolano” encuentro similitudes en lo que respecta a la idea de lograr una descentralización o delegación de poder y la opción de las comunidades para organizar sus servicios sociales, así como la potestad de rechazar o aceptar las iniciativas de sus gobernantes. Estas comunidades deberían tener la libertad para organizar su propio trabajo lo cual de alguna manera pudiera contribuir a minimizar las barreras que impiden el progreso como son la burocracia y la disponibilidad del dinero, basta considerar que en la actualidad se observa una irrealidad de los costos presupuestados y relacionados con los proyectos comunitarios, pues la disponibilidad de los fondos no se ajustan a las necesidades de la comunidad, el autor agrega el hecho de que la comunidad no pueda decidir en qué proyectos se va a gastar el dinero. Por consiguiente, se amerita la participación de la ciudadanía para lograr cambios significativos dentro de las estructuras sociales predominantes que intentan subordinar al colectivo a sus propios intereses para así mantener un estado centralizado y burocrático. La contraloría social como sistema dinámico debe entonces luchar por la homeostasis del sistema y lograr así su equilibrio y estabilidad dentro de un sistema social dinámico.

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